Der Dachs hat furchtbar schlechte Laune. Alle Tiere, die ihm begegnen, grüßt er so unfreundlich, dass auch sie nur noch übellaunig knurren. Seltsam ist nur, dass es dem Dachs selbst dabei immer besser geht. Dann aber merkt er bald, dass ihm alle böse sind. Das wiederum betrübt ihn. Was nun? Dem Dachs kommt der rettende Einfall, und so endet der Tag, der so schlecht für alle begonnen hat, mit einem Fest, an dem nur eines fehlt: schlechte Laune!
El tejón tiene un humor terrible. Si se encuentra con otros animales, los saluda de una forma tan antipática que ellos también le gruñen de mal genio. Lo curioso es que el tejón cada vez se siente mejor. Pero pronto se da cuenta de que todos están enfadados con él. Y eso le preocupa. ¿Qué puede hacer? El tejón tiene una idea brillante, y de esa forma el día que había empezado tan mal para todos termina con una fiesta en la que solo falta una cosa: ¡el mal humor!